
La historia de nuestro distrito vuelve a encontrarse sumergida en la tristeza. Murió la querida Negra Arosa, una linda personalidad de nuestro pueblo.
El Almacén y boliche era una parada obligada de parroquianos que noche tras noches, y todos los mediodías los encontraba para charlar y contar anécdotas y algún que otro rumor del pueblo.
Barajas y vino, una rica picada, el vermut eran fija. Niños que antes del colegio llegaban para comprar alguna “masita” en el último boliche abierto de Castelli.
“La Negra” lo atendía desde hace varios años. Fue un proyecto familiar que superó las 8 décadas y que tristemente se apagó.
La historia le guardará un párrafo a ese hermoso lugar que se reserva para forjar nuestra identidad y será un patrimonio de los lugareños.
A solo 5 km del centro, Cristina Arosa , la querida Negra, le puso el cuerpo durante toda su vida.
Habrá miles de cuentos e historias, un largo repaso de personajes y vecinos que allí confluyeron. Una parte de la historia de Castelli se apagó como se cerraron los ojos de la Negra. Hasta siempre.