
Francisco Reddy tenía 21 años cuando, según la acusación, asesinó a su padre Diego, a su madrastra María Eugenia Suárez y a su hermanastro Ignacio, de tan solo 12 años. El horror ocurrió el 29 de diciembre de 2023 en el campo “Los Pinos”, a pocos kilómetros de la Ruta 2.
Desde entonces pasaron 495 días. Francisco está preso en el penal de Dolores y jamás declaró ante la Justicia. Fue citado a indagatoria dos veces, pero eligió callar. Así llegará al juicio que se desarrollará a partir del 10 de agosto de 2026, a cargo del Tribunal Oral N°1 de Dolores, el mismo que juzgó a los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa.
La fiscalía lo imputa por:
Homicidio calificado por el vínculo, por el asesinato de su padre
Homicidio agravado por alevosía, por la muerte de su madrastra
Homicidio simple, por el crimen del menor Ignacio
El fiscal Jonatan Robert asegura que hay elementos clave: vainas servidas de una escopeta secuestrada, huellas dactilares en la escena del crimen y hasta un intento fallido de simular un secuestro extorsivo para desviar la investigación.
Según la reconstrucción, Francisco mató primero a su madrastra mientras cocinaba, luego a su hermanastro en un galpón cercano y por último a su padre, a 200 metros de allí. Todos los disparos fueron a corta distancia.
“Era un padre presente, siempre lo fue. No entendemos qué pasó. Ignacio era un nene muy bueno, Eugenia lo integró siempre. Francisco le rompió el corazón a toda la familia”, expresó una fuente cercana.
El móvil del crimen podría haber sido económico, pero aún no está claro. El silencio del acusado, desde el primer día, solo suma dolor y misterio.
La familia espera justicia.